Fecha: 07 septiembre 2021 20:19
Nuestro microcosmos está en perfecta resonancia con el macrocosmos.
El Ayurveda nos explica la relación que existe entre la naturaleza y nuestra propia naturaleza, cómo nos afectan los elementos del ambiente a nuestros propios elementos, estamos formados por lo mismo.
Así por ejemplo, tenemos en nuestro cuerpo variaciones estacionales y diarias en resonancia con los cambios externos.
Según el Ayurveda nuestra última comida debería ser con el último sol, para que nuestro fuego estomacal esté aún activo y pueda digerir el alimento.
De la misma manera, nuestra capacidad de digerir situaciones está determinada por el fuego mental del intelecto o Budhi, es el que nos permite discernir en la situación, aceptarla y soltarla.
Lo que no digerimos se hace toxina en nuestro cuerpo y mente.
La noche nos cubre con su sombra, frío y oscuro manto, la luna llena de agua y emociones y nuestro fuego mental disminuido, se vuelve difícil no ser arrastrad@s por los pensamientos.
“La noche debilita los corazones” predica una canción por ahí y continua
“El sol limpia las calles, la memoria, feroces pasiones atenúa..Invéntate el final de cada historia, que el amor es eterno mientras dura”.
Si hay algo que nos enseñan los ciclos, es que esto también pasará, mañana vuelve la luz.