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Fecha: 06 noviembre 2021 22:20

Habitan cientos de mujeres en mi


El tiempo de la mujer es circular, cíclico.
A lo largo del ciclo lunar y menstrual fluctúan nuestras sensaciones, energías, emociones, pensamientos, estados, conductas, formas de vernos a nosotras mismas y de relacionarnos con lo demás.
Todos los días son diferentes, habrá día con mayor entusiasmo, otros donde reine el mal humor, aquellos sensibles a todo lo que sucede, y no faltan los que no tenemos ganas de nada mas que meternos en la cama hasta el día siguiente…y así atravesamos diferentes estados.
Y esta bien permitirnos esos cambios, somos circulares, somos cíclicas, cambiar es natural para nosotras, pasamos mil veces por los mismos lugares conocidos y repetidos para integrarlos, aquellos que esperan ser vistos y alimentados…aquellos otros que esperan ser vistos y sanados.
Cada fase del ciclo nos conecta con una energía diferente, con un arquetipo diferente, con una estación de la madre tierra y también con una fuerza doshica predominante.
Algunos momentos son ideales para el retiro, la introspección, la meditación sucede casi espontáneamente si le damos lugar. Otros son momentos para crear, para desarrollar ideas, para planificar. Hay fases que predisponen a relacionarnos y la sexualidad, otras a observar nuestras sombras.
Vivimos en un sistema que nos enseño a esconder nuestra sangre sucia en toallitas femeninas imperceptibles que nos permiten continuar nuestras tareas lineales como si no pasara nada…
Sin embargo esta pasando algo, estamos muriendo, transformándonos y renaciendo con cada vuelta.
Aprender a canalizar esas energías cambiantes nos empodera, aceptar nuestra naturaleza femenina, cíclica, circular, nos acerca a nuestra Diosa, a nuestro perfecto camino evolutivo en espiral.

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Ciencia, Arte y Espiritualidad para la Salud Integral del Ser.

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